En el año de 1999, para terminar el siglo y el milenio, iniciamos Silvia y Rodolfo a considerar la manera de establecer una escuela privada en la ciudad de Chihuahua, ese mismo año ocurre el feliz acontecimiento del nacimiento de nuestra hija, Elisa. En esos tiempos la pareja de esposos laborábamos en temas relacionados íntimamente con la educación, ella como maestra en la carrera de Arquitectura, en el recién creado Instituto Tecnológico de Chihuahua II y él como maestro del Instituto Tecnológico de Chihuahua, en la carrera de Ingeniería Industrial y laborando en la Secretaría de Educación y Cultura. Los dos queríamos dedicar nuestros esfuerzos a alguna actividad que nos permitiera hacer lo que nos gustaba y creo conocíamos de alguna manera. Una de las ideas que desde el principio nos entusiasmó fue el crear una institución formadora de niños. Después de recorrer la ciudad buscando la zona que consideramos sería la más adecuada coincidimos en que la zona centro era la indicada y así encontramos una casa que nos permitía instalar, por su tamaño, una guardería y un jardín de niños.
La Guardería y Jardín de niños se instaló en la Calle 4a, frente al Parque Vallina. En otra ocasión les platicaremos el motivo que nos condujo a instalar una guardería.
Para no hacerles un cuento muy largo, diremos que el 17 de enero del año 2000, a las 7:30 de la mañana, después de muchas peripecias abrimos las puertas de la guardería – jardín de niños al que llamamos “Centro Educativo Juan Jacobo Rousseau” en honor al sabio, libre pensador y pedagogo Juan Jacobo Rousseau.
Las actividades iniciaron con dos bebés de aproximadamente 10 meses de edad, ella de nombre Elisa y él de nombre Ian, hasta la fecha son amigos y tuvieron su trayectoria escolar independientes, hasta la preparatoria volvieron a coincidir, ellos fueron nuestros “conejillos de Indias”. Así iniciamos nuestra aventura que recientemente cumplió 21 años.
Quisimos sus colaboradoras y colaboradores actuales, hija, hijos y yo recordar este evento en memoria de Silvia Vazquez López, su fundadora, directora y amante de esta Institución a la que dedicó su alma, vida y corazón y que tuvo la habilidad para “sonsacarnos” en su (nuestra) aventura.
Muchas personas han hecho posible que este proyecto se convirtiera en realidad; a todas y todos nuestro más sentido agradecimiento y reconocimiento: ellas y ellos son maestras y maestros, madres y padres de familia, amigas y amigos, hijos e hija.
Mmuchas gracias y nuestra gratitud eterna…